LAS INFRAESTRUCTURAS DE SEGURIDAD
Para garantizar la seguridad en los centros penitenciarios, tanto interior como exterior, se dispone de normas jurídicas, técnicas, procedimientos y protocolos, así como personal específicamente dedicado a esta labor. Sin embargo, una parte importante de la seguridad se garantiza por medio de una adecuada distribución de las edificaciones, arquitectura penitenciaria, y sistemas pasivos y fijos de seguridad. Veremos a continuación, brevemente, algunos de los elementos más destacados.
La protección perimetral
El perímetro exterior es el contorno que rodea un centro penitenciario, aislándolo mediante muros (paredes de hormigón de diferente grosor y altura) y concertinas (alambres de púas para disuadir las fugas). Pero además de muros, vallas, concertinas y otras barreras físicas de carácter pasivo, existen otros elementos de seguridad electrónicos para impedir la entrada y salida de personas del centro penitenciario, detectando intrusiones y fugas. Son los sistemas de protección perimetral, como los siguientes:
- Detectores volumétricos de radiación infrarroja y/o de microondas.
- Sensores de barreras de infrarrojos mediante haces de luz.
- Videosensores de movimiento y videovigilancia.
- Cables sensores ocultos enterrados bajo la superficie activados por presión o con detección por campos electromagnéticos.
- Cables microfónicos que detectan ruidos, impactos y vibraciones.
Recordemos, del mismo modo, que la vigilancia y el control del perímetro exterior de los centros penitenciarios corresponde a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o, en su caso, a los Cuerpos de Policía de las Comunidades Autónomas correspondientes o empresas de seguridad privada. Físicamente se ubican en una zona reservada, de acceso restringido, especialmente pensada para su función, conocida como cuerpo de guardia.
La distribución interior
El interior de centros penitenciarios está dividido en diferentes unidades, módulos y departamentos, arquitectónicamente separados, con vistas a facilitar la clasificación y separación interior de la población reclusa, así como la seguridad. En los centros tipo de reciente construcción, la unidad fundamental es el «módulo», que se configura como un edificio autosuficiente que alberga las celdas de las personas privadas de libertad, así como todas aquellas dependencias necesarias para hacer posible la vida en común.
Además, en la distribución interior de los centros penitenciarios encontramos numerosos elementos arquitectónicos, a modo de barreras físicas y de control, que desempeñan un papel fundamental en la seguridad. Por ejemplo, los rastrillos, que son puntos de control donde se encuentra un funcionario encargado de efectuar operaciones de apertura y cierre de puertas, vigilancia de movimientos e identificación y paso de personas y vehículos. Desde los «rastrillos» o «cabinas» es posible el control a distancia de puertas y esclusas y observación de la población reclusa. Desde luego, un elemento de seguridad de primer orden serán las puertas,normalmente metálicas y con armazón reforzado de seguridad, que sirven de separación entre las distintas dependencias y para impedir la entrada y salida de personas; en muchos casos, se disponen en forma de esclusa y son automáticas. Por lo demás, son muchos los sistemas de seguridad dispuestos a lo largo del establecimiento: barreras, detectores de movimientos, cámaras de vigilancia, timbres de acceso, arcos y escáneres detectores de metales, etc.
La torre de control
En la seguridad interior de los centros
penitenciarios destaca la torre de
control. Es una infraestructura generalmente visible desde el exterior, que
centraliza la mayor parte de los sistemas de seguridad, alarmas y elementos de
protección. Desde la torre de control pueden coordinarse fácilmente los
protocolos de emergencia y seguridad y facilitar la comunicación, emisión de
órdenes e intercambio de información entre las distintas unidades del
establecimiento, al disponer del control general de la apertura y cierre de
todas las puertas, alumbrado, megafonía, sistemas de detección y protección
perimetral, alarmas de seguridad e incendios y videovigilancia. Aunque esta
construcción normalmente se eleva por encima de las demás, con el fin de
ejercer el control visual directo de todas las dependencias del establecimiento,
en los centros penitenciarios de más reciente construcción se sustituye por una
dependencia de altura normal dotada de avanzados sistemas de seguridad.